El cerro Catedral y sus montañas aledañas son escenario del tercer módulo de esquí en montaña destinado a guías profesionales latinoamericanos certificados por la Unión Internacional de Asociaciones de Guías de Montaña (UIAGM). El curso, organizado por la UIAGM en conjunto con la Asociación Argentina de Guías de Montaña (AAGM) comenzó en el invierno del 2015 y culmina el 25 de septiembre próximo.
El curso fue programado para 29 guías de alta montaña UIAGM, sin la especialización esquí. Participan profesionales de Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú y Venezuela.
Reiner Taglinger, director técnico de la unión internacional que agrupa a los guías de alta montaña de todo el mundo, explicó que a excepción de Argentina y Chile, los restantes países sudamericanos no tienen centros invernales y por lo tanto el esquí no es un deporte habitual en sus guías de montaña. Por ello, no forma parte de la formación que se realiza en Bolivia, Ecuador y Perú, cuyas asociaciones, al igual que Argentina, están afiliadas a la UIAGM. “La UIAGM busca que todos sus profesionales trabajen en escalada en roca, hielo, alta montaña y esquí. Por ello, organizamos este curso, que además es de integración sudamericana”, dijo Taglinger.
Gabriel Fiorenza, director del Curso Sudamericano designado por la AAGM, explicó que el primer año las clases se dictaron en el centro invernal y al año siguiente ya se realizaron prácticas en otras montañas de la zona. Este año se volvió a trabajar en Catedral y luego se visitará el centro invernal Los Baguales, el refugio Frey y la zona del cerro López y Laguna Negra. Además de la técnica de esquí se ven aspectos vinculados con nivología, prevención y rescates en avalanchas y tránsito en terreno de alta montaña. Fiorenza destacó la colaboración recibida por parte de la empresa Catedral Alta Patagonia, que otorgó un descuento en los pases de esquí durante los tres años que duraron las prácticas.
El presente curso es financiado por la UIAGM y cada participante recibirá sin cargo un equipo completo de esquí de travesía en alta montaña, aportado por fábricas europeas en 2015. Esto obedece a que en Sudamérica no es tan fácil conseguir estos equipos, que permiten subir y bajar por las laderas nevadas. Cada guía utilizó durante estos tres años las botas, esquís, fijaciones y pieles de foca que al término del curso recibirá en carácter de donación para llevar a su país de origen y poder usarlos en su trabajo.