La profesión de guía de montaña permite trabajar en lugares fantásticos, muchos de ellos pocas veces recorridos por los humanos. Uno de ellos es la Antártida, un continente que por su hostilidad y lejanía aún conserva la magia de lo poco explorado.
Hace muchos años que los guías de montañas argentinos son contratados para trabajar en la Antártida. El primero de ellos fue Dinko Bertoncelj, en 1957 y 1958. Su principal trabajo fue brindar seguridad a los científicos y militares argentinos que residían en el continente blanco. Recorrían los hielos antárticos con esquíes o con tractores con orugas. Dinko debía relevar el terreno y prevenir accidentes en grietas. La experiencia se relata en su libro “Las montañas de mi vida”.
A partir de los años 80 comenzaron las visitas guiadas a la Antártida y en la actualidad son ofrecidas por numerosas agencias de viajes en todo el mundo. En la mayoría de ellas se contratan guías de montaña. Entre los guías de montaña UIAGM de Argentina Jorge Kozulj es considerado pionero en guiadas antárticas. Concurrió por primera vez en 2009 y tiene más de una decena de temporadas trabajadas. Kozulj concurre siempre con grupos de esquiadores. Y ofrece estas excursiones en su agencia Andes Cross.
“En estos viajes hay que prestar mucha atención al clima, en especial cuando se ingresa con los barcos a las bahías para desembarcar. Con los esquíes se pueden recorrer largas distancias, pero siempre hay que prestar atención al clima para no tener problemas con el viento o los témpanos al regresar”. En sus salidas siempre transita con arneses y cuerdas. “En la Antártida hay grietas gigantes, que suelen estar cubiertas. La seguridad es muy importante”, dijo.
Marcos Couch, ya trabajó en guiadas durante 3 temporadas por el continente blanco. A fines de 2024 volvió, junto a Lucas Jacobson, también guía UIAGM AAGM. Trabajaron para la empresa Ocean Wide, en un tour de 14 días, con salida y regreso en Ushuaia.
Numerosos viajes tienen por destino la península Antártica, desde Chile o Argentina. El cruce del canal de Drake demanda habitualmente 2 días. Couch explicó que no todas las recorridas se hacen con arneses y cuerdas. “Hay algunos tour muy básicos, donde los pasajeros solo caminan un rato por la costa. Pero las empresas que contratan guías UIAGM realizan excursiones más técnicas”.
Las visitas a la Antártida duran en general 4 o 5 días más los 4 de navegación por el canal de Drake. Su costo varía entre 9 y 20 mil dólares. También hay propuestas VIP, con servicios exclusivos y costos más altos. La tarifa para los guías no llega a ser la misma que en una escalada o ascensión en Himalaya. Pero se pagan todos los días, desde su lugar de residencia hasta el regreso.
Para trabajar en estos tour lo más importante es tener buen carácter, ser tolerante y hablar idiomas. “En mi caso, además del inglés hablo bien italiano y francés. Eso ayuda mucho”, explicó Couch.
El público varía entre los 30 y 70 años. Además de los guías de montaña suelen viajar científicos, biólogos y expertos en historia de la Antártida, quienes dictan charlas en el barco. Las tripulaciones suelen ser por demás heterogéneas, con personal de diferentes países del mundo.
En el tour de fin de año Marcos estuvo acompañado por Lucas Jacobson. Fue su primer trabajo en la Antártida. Evaluó la experiencia como muy positiva y no dudó en afirmar que “volveré con gusto si hay una segunda oportunidad”. “En la montaña y en turismo siempre se aprenden cosas nuevas. Estos viajes son muy interesantes y recorres lugares donde es muy difícil llegar sin una logística como la que tienen estas excursiones”, agregó.
Los guías y turistas bajan de los barcos a botes inflables y con ellos navegan a las costas. Luego se realizan las caminatas, de unas 4 o 5 horas. Se visitan lugares históricos, bases argentinas o inglesas. También se asciende a alguna cumbre, de poca dificultad técnica.
Pero también hay grupos de expedición, donde el monte Vinson (la cima más alta de Antártida) y la travesía con esquíes al Polo Sur, en grupos muy reducidos, son los más frecuentes. Su costo, varía entre los 55 y 70.000 euros por persona. Acá los honorarios de los guías de montaña son mucho más altos.
En la actualidad una docena de guías AAGM trabaja en la Antártida.